lunes, 29 de abril de 2013
martes, 23 de abril de 2013
Un año más sin celebrar el día del libro
El alcalde se olvida un año más de celebrar el día del libro
Este año no solo no se celebra sino que la ocurrencia ha consistido en programar un taller de pintar camisetas
Al tiempo que el Ayuntamiento negaba a unos jóvenes programar un recital de poesía
El
23 de abril es la fiesta de Castilla y León y los leoneses la viven
con cierta indiferencia, ya que solo una pequeña minoría acude a
los festejos que se programan en Villalar, pero también es el día
del libro, aunque en Valencia de Don Juan nunca se programen
actividades.
Los
socialistas entendemos que una de las misiones principales de los
poderes públicos ha de ser promover el acceso a la cultura e
inculcar el gusto por esta en todas sus manifestaciones a toda la
población y especialmente a los más jóvenes. Siendo una de las
principales la literatura, no entendemos como un año más se
desprecie la fecha del 23 de abril y pase inadvertida para Martínez
Majo y su equipo de gobierno, que no han programado ningún evento en
la localidad para conmemorarlo, salvo un esperpéntico, por la fecha
escogida, taller de pintura de camisetas.
Es
triste que además jóvenes del instituto se encontraran con la
negativa del Equipo de gobierno del PP a dejarles utilizar el salón
de actos de la casa de la cultura, donde pretendían realizar un
recital de poesía, alegando que abrirla en un día festivo
conllevaría pagar el sueldo un día más a un trabajador, argumento
grotesco cuando el Ayuntamiento pretende gastar cerca de un millón
de euros en una piscina con olas.
Los
socialistas denunciamos la escasa programación cultural que existe
en la localidad y la poca implicación que muestra el equipo de
gobierno cuando se le plantean iniciativas tan interesantes como la
de nuestros jóvenes del instituto. Por tanto, proponemos que, en el
próximo año, desde el Ayuntamiento se tome en serio el día 23 de
abril y se programen actividades durante todo el día, que pueden
variar desde cuentacuentos, recitales, presentaciones de libros,...
hasta otras como rastrillos de libros usados o incluso sembrar el
pueblo de textos, como hacen en otras localidades, pues nada está
inventado, para que los vecinos puedan celebrar algo el día de la
comunidad.
martes, 9 de abril de 2013
Tribuna Diario de León
Decía
Juan Carlos Mestre que “corren malos tiempos para los sueños, y
cuando corren malos tiempos para los sueños, corren malos tiempos
para las personas”. Y lo de la piscina con olas es un sueño del
alcalde coyantino. Irreal y costoso, sí; pero un sueño al fin y al
cabo. Y, como corren malos tiempos para las personas, es una afrenta
al ciudadano. Al menos lo es al contribuyente, que, en paro o no, lo
que menos anhela es que le suban la cuota del polideportivo para
enfundarse el traje de neopreno, agarrar la tabla de surf, repeinarse
el flequillo y subirse a la ola.
Los
vecinos no vivimos aislados en una isla de prosperidad sino que
estamos inmersos en la gran recesión al igual que el resto de
conciudadanos de este país. La primera medida de Majo en esta
legislatura fue subirse sus asignaciones hasta los 1.800 €
mensuales. Fue posible porque, contando con mayoría absoluta, creó
la Comisión de Coordinación de Concejalías Delegadas, un órgano
prescindible, sueño de líder mesiánico que reúne a su Equipo de
Gobierno formalmente, sin asistencia de ningún funcionario municipal
y por tanto sin capacidad de decisión alguna, para tratar temas
trascendentes, por poner un ejemplo, como “la alarma social creada
por las declaraciones de un miembro del Comité de empresa”. Esta
onírica Comisión cuesta cada año 16.800 €.
Al
confeccionar sus retribuciones en base a asistencias a órganos
colegiados, Majo consigue compatibilizarlas con las que percibe como
procurador en las Cortes de Castilla y León, institución de la que
cobró el pasado año 16.707 €. Como parlamentario votó en contra
de prorrogar las ayudas a las Escuelas de música y a los usuarios de
la guardería, servicios municipales que los vecinos disfrutan todo
el año.
Además
de subirse el sueldo, Majo ha optado por subir todas las tasas y
precios públicos habidos y por haber, y no ha tenido ni un solo
detalle con las familias que menos recursos tienen, que cuentan con
sus miembros en paro o que peor lo están pasando, llegando al
extremo de priorizar en el empleo público a los más afines respecto
a los más capacitados o más necesitados.
En
este contexto inenarrable, con esta trayectoria, en definitiva, con
la que está cayendo, es un
insulto a estas familias y a los vecinos en general invertir 870.000
€ en una piscina con olas, cuando, por poner dos ejemplos
llamativos, el Colegio Público no tiene Conserje o la Policía Local
cuenta con tan solo tres efectivos (Astorga, con el doble de
población, tiene 19).
No
creo que señalar carencias básicas que tiene nuestro municipio o
apelar a la sensatez a la hora de priorizar las inversiones públicas
sea demagógico. Es un argumento poderoso para oponerse al sueño de
tener olas en una piscina, pero hay más dudas que rodean al
proyecto: ¿Cuántos visitantes más puede absorber el polideportivo
si la crisis económica persiste? ¿Y si la coyuntura económica
cambia y la gente acude menos a los pueblos de la zona de vacaciones
y más a destinos del litoral? ¿Cuántos usuarios acuden al reclamo
de los juegos acuáticos y cuántos lo hacen para hacer deporte o,
sencillamente, para descansar sobre el césped?
No
es la primera ni la única vez que los socialistas nos hemos opuesto
a inversiones desatinadas o fantasiosas, como aquella de construir
dos lagos artificiales a orillas del Esla, amenazados permanentemente
por las crecidas, que lejos de alumbrar la Escuela de pesca parecen
más un criadero de ranas; o la del “Mirador de la Condesa” de
más de 600.000 €, edificio que se ha utilizado tres días cada año
con motivo de las ferias. Viendo este conjunto, es cabal rechazar
gastarse
242.000 € en una especie de carpa permanente que se ubicará bajo
la espada de Damocles del indómito caudal del Esla y que, en
principio, se usará también tres días al año.
Lo que sí tenemos claro los concejales socialistas en
Valencia de Don Juan es la dramática situación del entorno social y
económico. Y nuestros principios e ideas, que no las cambiamos por
la comodidad personal. Para nosotros sería más sencillo decir sí a
todo lo que propongan el Alcalde o nuestras jerarquías del partido.
Pero no lo vamos a hacer sumisa e incondicionalmente cuando de
cambiar principios o compromisos programáticos se trate, aunque nos
conlleve problemas o acabemos mal.
Corren malos tiempos para las personas, por lo que
corren malos tiempos para dilapidar más de un millón de euros en
dos proyectos que ni los ciudadanos demandan ni repercuten
directamente en mejorar su situación económica ni su calidad de
vida. Aunque con ellos algún político cada vez más alejado de la
realidad pueda ver cumplidos sus sueños.
Artículo de opinión de Jorge Mateos Álvarez publicado en el Diario de León, el 9 de abril de 2013
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